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JORGE SANTIESTEVAN
El Gobierno ha puesto en vigencia junto con los empresarios 10 medidas económicas ante la necesidad de solapar una economía nacional en detrimento, pero fundamentalmente aparentando un incentivo de buena voluntad hacia los empresarios, porque el discurso que manejan, es que ningún gobierno querría destruir la agricultura, la ganadería y la industria de su país.
Sin embargo, este sistema destruye todo lo que tiene que proteger, porque tiene una agenda para cumplir, que contiene mínimamente las siguientes directrices: Primero: porque uno de sus objetivos es crear empresarios rehenes, moldeados a sus intereses. Segundo: El gobierno aplica un sistema de “proteccionismo agrario” absolutamente negativo, porque la condición es crear una sociedad más dependiente del poder político y que será el encargado de solucionar los problemas que ellos mismos generan. Tercero: El gobierno es deshonesto, miente. Hay que ser loco o demasiado tonto para confiar en ellos, porque el sistema comunista monta todo un sistema antitético para gobernar con holgura y llegar fuerte a los futuros procesos electorales.
Estas políticas con los empresarios, no llegarán al pueblo, y a corto plazo se harán más notorias las asimetrías y las desigualdades en la sociedad y los indicadores más evidentes son: 1º) El gobierno realiza acuerdos poco factibles, porque no son de aplicación plena, pero, además, sin beneficio directo a la población. Por ejemplo, ellos provocan la subida encubierta del dólar al restringir la oferta, haciendo que la población vaya adaptándose al cambio, sin hacer reclamos en la calle. Algo parecido sucede con la subida de los precios de productos necesarios para el hogar, incluyendo los de la canasta familiar, cuando montan bloqueos carreteros sin razón, favoreciendo a sus sindicatos, a sus gremialistas, regulando lo que otros crean y generando nada o mejor dicho generando más pobreza.
2º) No hay equilibrio en la ecuación salario-coste de vida, porque la escalada de los precios de los dos primeros meses de 2024 dio lugar a que el poder adquisitivo baje hasta un 15%. La trampa del gobierno es la millonaria propaganda para decir que somos un país con menos índice inflacionario, sueldos adecuados, menos pobreza y que vamos hacia la industrialización. 3º) La situación toca el bolsillo, en 3 años y casi 4 meses de gobierno, la población ya tiene una pérdida de un tercio del valor adquisitivo, y todavía no dice algo, día que pasa no hay protesta, nadie se escandaliza por algo o se escandalizan un rato y a las 48 horas se les pasa el disgusto.
Estas políticas nos conducirán inexorablemente al declive económico y a la bajada del nivel de vida de los bolivianos, y sucede que ese mecanismo no se percibe inmediatamente, porque todavía nos queda un poco de riqueza en el país. Pero en el horizonte del corto, medio y largo plazo esto se va a convertir en un gran parque incapaz de generar riqueza y prosperidad, con muchos viejos y pocos ricos, con muchísimos pobres y rodeados de bárbaros.
Finalmente, la riqueza de los países, no depende tanto de los recursos naturales, sino de las instituciones y de las políticas que adopten los gobernantes, por ejemplo, hay muchos países que son muy ricos en recursos naturales, cuya población vive en la más absoluta miseria, como Venezuela, y países muy pobres en recursos naturales, pero consiguen tener índices de riqueza muy elevados. Bolivia está atrapada por una clase gobernante ignorante, corrupta e impune, pero lo sorprendente es cuando vemos que la sociedad se conforma cada vez con menos. Hay que dar batalla al estatismo supuestamente proteccionista, para recuperar el espíritu liberal del país.
JORGE SANTIESTEVAN JUSTINIANO
Coronel en Servicio Pasivo. Abogado y Docente Universitario.
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21