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FABIÁN FREIRE
Socialismo es la doctrina que propugna la igualdad y la justicia, busca una sociedad más justa y equitativa para “ciertas personas”; para mí, es una de las peores pestes y enfermedades que ha conocido la humanidad. Es una plaga que es capaz de destruir países, dejarlos en la más profunda miseria y retraso económico. Es la doctrina del hambre, de la incoherencia, de la anarquía y, sobre todo, de la pobreza extrema. Basta ver cuántos países ha arruinado esta ideología y cuántas personas han pagado incluso con su vida por la aplicación de ésta. Ha causado más muerte que todas las pandemias y enfermedades en el mundo.
Países que podrían ser hoy potencias o tener economías estables, están sumidos en la desgracia económica, todo gracias al socialismo. No hay lugar en el mundo en donde el socialismo haya triunfado y sea sinónimo de progreso y desarrollo económico.
Los países de Europa del Este están “en pañales”, comparados con los países de Europa del Oeste, gracias al modelo socialista. Los países en vías de desarrollo que han aplicado este modelo económico han pagado las consecuencias aún más caro, pues hambrunas y pobreza son el denominador común. En nuestro continente el socialismo ha destruido un país “paradisíaco” como Cuba y al país con más reservas de petróleo del mundo, como Venezuela.
El caso de Venezuela es el más triste, porque de aprovechar su petróleo podría ser la Arabia Saudita de nuestra región, pero en cambio parece más un país del África subsahariana, donde sus habitantes buscan escapar como sea.
En nuestro país el socialismo también ha hecho de las suyas, estamos al borde del colapso económico, gracias a esta porquería de doctrina. No solo eso, sino que ha destruido la noción de lo que es ser boliviano, favoreciendo el “integrador Estado Plurinacional”, que no hace más que destrozar la unidad de nuestra nación. Bolivia está entre “la espada y la pared” gracias al socialismo, modelo que despilfarra y empobrece a la población.
Lo peor de todo es que el socialismo, como todo virus tiene sus variantes, que de una u otra forma contribuyen aún más al hundimiento de toda la humanidad.
Hoy el socialismo ataca a los países occidentales con la atroz socialdemocracia, que explica en parte la decadencia de Europa y de Estados Unidos en muchos ámbitos. En nuestra región está el “inmundo” socialismo del Siglo XXI, una doctrina que es sinónimo de despilfarro, robo y estancamiento económico. En el medio Oriente tal vez el socialismo ha adoptado su variante menos dañina, pero queda claro que los países todopoderosos de esta región no son socialistas, es más, incluso ni siquiera existe en la esfera política.
En Bolivia la situación es crítica, porque el partido oficialista defiende el socialismo del Siglo XXI y la oposición representada por Comunidad Ciudadana, va más por la socialdemocracia; a nadie sorprende, entonces, que seamos un fiasco y desastre económico, político y social.
El país está a nada de una crisis económica que puede ser fatal y todo gracias a estas políticas socialistas que van en contra de los intereses nacionales. Si uno quiere buscar igualdad, debe ver otras formas de justicia social, como lo es, por ejemplo, la doctrina social de la iglesia, la solidaridad nacional o el derecho a la competencia. Hay formas de hacer una sociedad más justa y fuerte, pero estas jamás pasaran por el socialismo.
China hoy es una potencia “monstruosa”, algo que inició cuando dejó a un lado su modelo socialista. Con la muerte de Mao, China pasó a adoptar una economía más abierta, lo que se tradujo en un crecimiento sin precedentes, todo esto gracias a “erradicar” las políticas económicas socialistas.
Nuestra Bolivia debe librarse de esta atroz ideología que solo nos está llevando a la hecatombe total. El socialismo es una enfermedad que ataca a nuestros intereses nacionales, por lo cual debe ser erradicada, “Bolivia sobre todas las cosas”.