Psicóloga clínica: Bolivia carece de políticas públicas de salud mental

Ante la falta de políticas públicas de salud mental y la poca preocupación del Gobierno por educar en la prevención del manejo de emociones, la sociedad boliviana estaría adaptándose a vivir en medio de más violencia, según analizó la psicóloga clínica, Tatiana Mercado Tellería.

El actual incremento de crímenes premeditados y planificados que vive la sociedad boliviana refleja la poca importancia que se da a la salud mental tanto desde el sistema social como en las políticas de Gobierno, afirmó la profesional a EL DIARIO.

“En Bolivia no tenemos buena salud mental, existe una carencia y una poca importancia en el tema, que viene desde el mismo sistema social y el Gobierno. Faltan políticas públicas en salud que aboguen por la prevención o profilaxis”, expresó.

La entrevistada consideró que es imperante pensar en implementar campañas sociales que involucren a los actores sociales relacionados con la educación primaria y superior, con el fin de “informar” y “educar” a la población para que ésta sepa identificar conductas anómalas y sepa a dónde acudir a buscar ayuda.

Por otra parte, mencionó que la sociedad boliviana aún ve este tema como un tabú, toda vez que el asistir al psicólogo genera vergüenza en muchas personas. Mientras se siga estigmatizando la importancia de la salud mental, es muy difícil poder pensar en una solución pronta, explicó.

Mercado expresó que “lastimosamente nos estamos adaptando a la violencia, tristemente estamos aprendiendo a convivir con la violencia”, como consecuencia del desarrollo y el crecimiento de la sociedad.

A tiempo de recomendar que se evite el uso del término de “normalización de la violencia”, admitió que la inseguridad y los crímenes que se ven a diario hacen que las personas “aprendan a convivir” con situaciones en las que éstos hechos se presentan, ante la inacción de las autoridades por prevenir hechos violentos.

La profesional explicó que, cuando ocurre un hecho violento, necesariamente los autores presentan patologías en sus estructuras psicológicas, pues son incapaces de generar sensibilidad para identificar que están agrediendo a otra persona, incluso cuando son familiares.

PREVENCIÓN

Mercado propone crear campañas sociales de prevención y educación sobre la salud mental, en la que los colegios, universidades e institutos puedan orientar a las personas en la detención de actitudes o comportamientos anómalos en su familia, pero además para que sepan a dónde acudir para pedir ayuda profesional.

Asimismo, se refirió a que “la salud también se politiza”, por lo que mencionó necesario un trabajo coordinado en esferas políticas como alcaldías, gobernaciones e incluso colegios de médicos y profesionales de salud, los cuales suelen trabajar de manera regionalizada.

En su criterio, la falta de coordinación e interdisciplinariedad entre Gobierno e instituciones, pero también en el sector profesional, es otro obstáculo. “Somos muy individualistas. Mientras no haya un trabajo conjunto por un mismo objetivo”, será difícil mejorar la situación.

UN TABÚ

En tal sentido, Mercado subrayó que la salud mental continúa siendo un tabú en la sociedad. Como prueba de ello, ilustró que muchos de sus pacientes omiten saludarla en la calle, reflejando que aún existe mucha vergüenza en la población respecto a recibir atención psicológica.

“Estas campañas tienen que ser de información y de concientización. No es una vergüenza tomarse un antidepresivo, no es una vergüenza ir al psicólogo, no es una vergüenza ni un estigma el ir al psiquiatra, es parte de la salud, es como ir al dentista cuando te duele la muela”, reflexionó.

SERIE DE FACTORES

La colegiada se refirió también al hecho de que los crímenes actualmente llevan mayor premeditación y planificación. En su lectura, es una problemática en la que existirían muchos factores en juego, como la falta de herramientas de manejo emocional.

“Cuando las personas no tienen las herramientas adecuadas para el manejo de emociones, y encima tienen agresividad reprimida, llegan a situaciones como el feminicidio, suicidio o un asesinato”, explicó.

Sin embargo, mencionó importante aclarar que se debe considerar las estructuras psicológicas de cada individuo y analizar los motivos por los que cometió un crimen, ya que en psicología no existe un solo factor que explique una conducta o comportamiento.

SALUD MENTAL POSPANDEMIA

Mercado señaló además que el confinamiento y la crisis mundial del covid-19 profundizaron la crisis económica, la falta de oportunidades de trabajo, los problemas familiares, las crisis sociopolíticas, pero también incrementaron sus niveles de ansiedad y estrés.

La entrevistada opinó que, el Gobierno no ha pensado en políticas públicas desde la pandemia, y que es necesario replantear políticas de salud mental para que estén ajustadas a la cultura e idiosincrasia de los bolivianos. “Es fácil echar la culpa al narcotráfico, la crisis económica o a la falta de valores, pero no es así, es todo un conjunto”.

Para la profesional, tanto la población joven como adulta necesita más orientación y certidumbre en el tema de salud mental. “No solamente los jóvenes, (sino) muchas personas mayores están completamente desorientadas, hay mucha incertidumbre”, señaló.

//FUENTE: EL DIARIO//