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Sucre sufrió cinco “destrucciones” a su patrimonio arquitectónico en lo que va del año, y aunque desde la Alcaldía destacan una creciente conciencia de conservación, en el Comité Custodio creen que cada vez estamos peor. Ayer 13 de diciembre, la Capital de Bolivia cumplió 32 años como Patrimonio Cultural de la Humanidad, un título que le confirió la Unesco en virtud de sus valores históricos, culturales y del mantenimiento de su estilo arquitectónico colonial.
El director municipal de Patrimonio, Ronald Ortiz, destaca que en todo este tiempo no solo se generó normativa de resguardo sino también educación patrimonial.
“Antes se entendía a la restauración como un gasto y no así como una inversión; entonces, eso es lo que nosotros al menos tratamos de revertir”, afirma el arquitecto de profesión.
Ahora con la política de incentivos patrimoniales (beneficio de reducción de impuestos), por ejemplo, la conservación “mejoró bastante” y “la gente empezó a empoderarse del patrimonio”.
Hasta junio de este año, más de 300 propietarios de inmuebles se acogieron a los incentivos.
Asimismo, desde el año pasado cerca de 120 propietarios de inmuebles particulares actualizaron su ficha patrimonial en base al protocolo de catalogación vigente.
“Esto no representa mucho porque solo en la categoría B (con valor de preservación patrimonial) hay 500 inmuebles y si sumamos la categoría C (con valor de integración), que son 800 unidades, ahí sí estamos muy retrasados; eso va en razón al personal que tenemos, pues son tres funcionarios que trabajan en el protocolo”, señala Ortiz.
En cambio, los inmuebles de categoría A son aquellos que poseen un valor de preservación monumental.
En Sucre los inmuebles con valor patrimonial poseen una tipología básica consistente en dos patios y una huertilla, que es donde sí “es permisible la concepción de una nueva unidad arquitectónica en el marco de la normativa”, afirma Ortiz.
Por ejemplo, en el área de preservación intensiva (categorías A y B) la volumetría no debe superar los 8 metros de altura y en el área de transición (categoría C) los 10 metros.
DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO
Patrimonio Histórico detectó este año la destrucción de patrimonio en cinco viviendas de categoría B, por lo que ya inició procesos y conminó a realizar la reposición volumétrica de las áreas afectadas.
Pese a que las multas económicas son elevadas en casos extremos, la gente igual destruye. Por ejemplo, un propietario fue multado con 168.000 bolivianos por afectar un edificio que está en el área de preservación intensiva.
En este inmueble si bien se conservó la fachada y otros segmentos de valor patrimonial, lo que no se podrá restituir son unas gradas cuya técnica constructiva ya no hay. “Eso se perdió para siempre y lo que van a reponer va a ser de tipo helicoidal, pero ya será un falso histórico”, lamentó el funcionario.
Los dueños estarían pretendiendo convertir este inmueble una galería comercial.
PROCESOS LEGALES
En cuanto a los procesos legales instaurados por el daño al patrimonio, hay al menos “tres casos icónicos”: el inmueble de la calle Junín, casi esquina La Paz (frente a Tránsito), el de la Ayacucho-Loa y el de la Loa, a pocos pasos de la avenida Hernando Siles.
En todos estos casos, la justicia todavía no emitió una sentencia condenatoria, aunque en uno de ellos ya se activó un mandamiento de aprehensión que no se hace efectivo desde el año pasado, según Ortiz.
Los propietarios denunciados podrían ser pasibles a recibir una sanción de uno a seis años de cárcel si son declarados responsables de cometer los delitos de daño calificado y destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional.
Finalmente, la Comuna realizó cinco demoliciones de edificaciones ilegales en viviendas de categoría B y 15 demoliciones en bienes de categoría C.
“Estamos descuidando el patrimonio”
“Lo que ocurrió durante los últimos 20 años es altamente preocupante porque mientras otras ciudades, como Salta, en Argentina, están luchando por obtener un título patrimonial de la Unesco para incentivar el turismo, nosotros estamos descuidando el patrimonio al extremo de que han aparecido en la ciudad muchos edificios fuera de norma.
El Comité Custodio del Patrimonio fue creado precisamente para ayudar a preservar ese patrimonio y aunque no tiene la posibilidad de ordenar, puede sugerir a las autoridades. Lo hemos hecho en varias oportunidades y lamentablemente con muy poco éxito porque el resultado es que cada día aparecen más edificios fuera de norma.
Sin embargo, hay casos dignos de destacar. Veamos nomás lo que hicieron las entidades bancarias en el centro de la ciudad, adaptando casas particulares que ahora son funcionales acordes a las necesidades actuales. Lamentablemente nosotros estamos perdiendo mucho espacio, se anuncian campañas que no se cumplen.
No es necesario endurecer la norma ni pelearse con nadie, aquí se trata de crear incentivos, hacer publicidad, explicar y educar a la población, en particular a los propietarios, sobre la fortaleza que tiene Sucre para atraer turismo. Somos la ciudad culta, la ciudad de los museos, la ciudad universitaria, en fin. Eso es lo que hay que difundir y también persuadir a la gente para mantener nuestro patrimonio.
Por qué no incorporamos, por ejemplo, el entorno de la ciudad pintándolo de blanco, así sea sobre el mismo ladrillo visto. Ha habido ofertas de empresas, como la Monopol, de dar en condiciones especiales la pintura para este objetivo, pero ninguna autoridad municipal se ha interesado.
Entonces más que normas, necesitamos autoridad, profesionalismo y deseo de mantener nuestras tradiciones y utilizar nuestras fortalezas para mejorar el nivel de vida, incentivando el turismo que genera ingresos y sobre todo fuentes de trabajo”.
//FUENTE: CORREO DEL SUR//