Pobladores en Nor Lípez denuncian que pierden llamas cada día debido a la sequía

La tarea cotidiana de llevar las llamas a pastar se ha tornado trágica para los pobladores de la zona ganadera de Nor Lípez, Potosí. Dejan al ganado en los sitios de pastoreo, ahora secos, y al volver a recogerlas encuentran una o dos muertas por desnutrición y deshidratación.

El testimonio es de Freddy Juárez, dirigente de la Central Única Provincial de Comunidades Originarias de Nor Lípez, quien este jueves relató a Correo del Sur Radio (FM 90.1 y AM 980) la situación dramática que viven por la sequía.

Solo en su natal Cocani, desde donde concedió la entrevista, cada familia reportó este 2023 la muerte de entre 15 y 20 llamas. Hay más de 100 familias en Cocani. Toda la provincia Nor Lípez tiene 43 comunidades –con mayor vocación ganadera en la zona sur–, por lo que Juárez calcula que podrían haberse perdido de 2.000 a 3.000 animales. No hay cifras oficiales publicadas.

No solamente se trata de la falta de agua, sino de la escasez de alimento, que ha provocado que las llamas enflaquezcan.

Este año, el dirigente apenas recuerda unos tres chubascos, insuficientes para que renacieran los pastos y las llamas pudieran consumir en cantidad y generar una reserva para esta época, que es la más dura: octubre, noviembre y diciembre.

Ya se presentó un primer aviso en abril, cuando algunos animales murieron. Ahora es peor.

“Las más afectadas son las madres con crías. Aunque se genere el destete, es decir, se les aparta a las crías de sus madres, las madres, al no haber recibido una reserva en su época del pasto verde, están muriendo ahora (…) Cada día tenemos el reporte de cada familia: dos, tres, hasta cuatro (llamas muertas) incluso, dicen; crías más. Es muy lamentable”, manifiesta.

Los pobladores solían sembrar forraje temporal, pero igual falta.

En fotografías e imágenes de videos tomadas esta semana se ven animales flacos, muertos; en algunos casos, agonizando.

El año pasado no fue tan malo, pero los anteriores sí. Ahora, con el internet, pueden tomar registros de las pérdidas. En Cocani, por ejemplo, tienen señal recién desde este año y pueden contarle al país lo que está ocurriendo.

RECLAMO DE AYUDA

El dirigente de la Central Única Provincial de Comunidades Originarias de Nor Lípez asegura que la Alcaldía de Colcha K, a la que pertenecen, no escuchó a tiempo su pedido de una ley de declaratoria de desastre para viabilizar la ayuda de los niveles departamental y nacional. “Ya sabíamos lo que se venía”.

Afirma que tras la presión, el 12 de septiembre, la Comuna declaró zona de desastre. “Lo que queremos es que nos puedan brindar apoyo con forraje, ayudar a trasladar agua a algunas estancias, bombas para bombear donde hay cañadones que están secándose por el cambio climático”, expresa.

A la pregunta de si recibieron alguna ayuda, responde que se entregaron dos fardos de forraje y dos de alimento balanceado, con lo que es imposible sostener a 50 o 100 llamas que forman un hato ganadero.

Explica que cada llama grande consume dos kilos de forraje de pasto por día, mientras una cría, dos libras. “Harto, harto necesitamos para salvar a las llamas”, agrega.

PÉRDIDA ECONÓMICA

En la zona ganadera de Nor Lípez, las familias viven de la llama. Cada una cuesta 700, 800 y hasta 1.000 bolivianos.

La provincia es ganadera, “quinuera”, minera, y está enfocada en el turismo. Además del golpe a la primera actividad económica, también se vio afectada la siembra de la quinua.

“Mucha gente no ha sembrado. Un 20, 30% en diferentes comunidades han empezado a sembrar”, relata Juárez.

Las comunidades de la zona sur de Nor Lípez tienen población escasa: muchos prefieren irse a trabajar al exterior, la mayoría a Chile, ya que no hay mercado seguro ni un precio adecuado para la carne de llama; las familias solo ganan para su sustento y muchas solo sobreviven; ni hablar de generar un ahorro para poder invertir…

Esta situación puede agravar la migración.

El entrevistado por Correo del Sur Radio vaticina que, si no hay apoyo mediante proyectos ganaderos, mucha gente joven se irá. “­¿De dónde más vamos a sobrevivir?”, se pregunta él.

DESASTRE

El proyecto de ley para declarar al departamento de Potosí como zona de desastre por la sequía todavía se encuentra en la Asamblea Legislativa Departamental de esa región. El Comité Operativo de Emergencia Departamental recomendó su aprobación la semana pasada.

5.000 CABEZAS

Más de 5.000 cabezas de ganado camélido y ovino perecieron en la región del sudoeste potosino por falta del recurso hídrico y forraje, según informó hace un día a El Potosí el secretario de Desarrollo Agropecuario de la Gobernación potosino, Genaro Méndez.

//FUENTE: CORREO DEL SUR//