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Autoridades brasileñas están alarmadas por la fabricación y el consumo del K9, una nueva droga sintética, que está causando problemas a las agencias de seguridad debido a que es altamente adictivo, de fácil acceso y circula en la región central de São Paulo, una de las ciudades más grandes de Brasil.
Operativos semanales arrestan a narcotraficantes y descubren laboratorios donde se fabrica la droga, explicó el jefe de policía, Carlos Castiglioni.
“Debido a la aparición de las drogas, comenzamos a atacar las casas de fabricación y no solo a los grandes narcotraficantes de São Paulo. Los estamos encontrando por toda la periferia y en el Gran São Paulo. El K9 se ha vuelto popular muy rápidamente y de una manera aterradora”, apunta Castiglioni.
Su rápida expansión se debe en parte a que el precio es muy barato. Un vial cuesta menos de tres reales (menos de un dólar), lo que facilita el consumo para personas que viven en la calle.
Según la policía brasileña, la fórmula surgió en las prisiones, impulsada por el denominado Primer Comando de la Capital, la principal facción criminal del país.
Fabricación y medidas
La Voz de América visitó un laboratorio de toxicología para entender el poder adictivo de la nueva sustancia. Según el profesor de ciencias biológicas, Jan Carlo Delorenzi, el K9 fue nombrado cannabidiol sintético porque activa las mismas regiones del cerebro que el THC, el componente principal de la marihuana.
“Este grupo de sustancias sintéticas se encuentra entre las drogas perturbadoras. El efecto alucinógeno es muy rápido, tiene una mezcla de estimulantes y depresores que trae la perturbación que tienen las personas. Y da estos efectos de que la persona no habla, muchas veces parece un zombi, con los ojos fijos”, explicó Delorenzi.
En las calles, la VOA encontró personas usando la sustancia, deambulando como zombies, sin control del cuerpo. Es posible también encontrar los residuos de la nueva droga en el centro de São Paulo.
Son colillas K9, una droga sintética elaborada por traficantes en laboratorios de la periferia de la ciudad más grande de Sudamérica.
Según el ayuntamiento de São Paulo, ya atendió a 102 personas sospechosas de intoxicación con K9 solo en este año, y en la misma forma en la que lucha contra otras drogas, debe ampliar el servicio de hospitalización obligatoria para estos dependientes químicos.
São Paulo ha estado tratando de retirar a los usuarios del centro de la ciudad que ha visto dispararse el número de robos y asaltos en las últimas semanas. Pero, para Guaracy Mirard, especialista en seguridad, las operaciones no son la mejor solución al problema.
“No existe una fórmula mágica que deba trabajarse durante mucho tiempo. Cada vez que haces una operación, la contagias. Donde está el usuario, está el proveedor. Tendrá que trabajar duro para reducirlo. Trabajar así es hielo seco”, sostiene Mirard.
Según el Departamento de Salud de Brasil, en lo que va del año, se han duplicado los casos sospechosos de intoxicación por las drogas K (K2, K4, K9) o cannabinoides sintéticos, comparado con el 2022. En el caso de São Paulo, se han registrado 216 casos sospechosos de intoxicación exógena por estas drogas.
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