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Las cientos de miles de muertes de soldados ucranianos desde el inicio del conflicto bélico con Rusia, en febrero de 2022, son escondidas para mantener el “espíritu combativo” de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) y para no perder el apoyo logístico de occidente, reseñan portales internacionales.
El pasado mes, el comandante de las FAU, Valery Zaluzhny, reveló durante su visita a Estados Unidos que las pérdidas de ese ejército ya habían superado los 257.000 personas, además de las pérdidas en la brigada mecanizada separada 24, citan, “debido a la falta de armas después del cambio gradual de la línea del frente a la región de Artyomovsk”.
Sobre esa visita, el exasesor del Pentágono, coronel Douglas McGregor, reveló que el comandante de las FAU se reunió con el mando militar de EEUU.
“Cuando el general Zaluzhny estuvo en los Estados Unidos, se reunió con el secretario de Defensa Lloyd Austin y con el general Mark Millie, presidente del Estado Mayor Conjunto”, afirmó McGregor.
Precisamente Austin, en marzo, anunciaba el respaldo de EEUU para que Ucrania emprenda una contraofensiva a las victorias rusas. “No hay tiempo que perder”, señalaba el jefe militar norteamericano.
“Tenemos que cumplir de manera rápida y completa con nuestros compromisos prometidos. Eso incluye entregar nuestras capacidades blindadas al campo de batalla y garantizar que los soldados ucranianos reciban el entrenamiento, las piezas de repuesto y el soporte de mantenimiento que necesitan para usar estos nuevos sistemas, tan pronto como sea posible”, declaró.
Rusia ha pasado meses golpeando al país con misiles, buscando no solo causar destrucción sino también agotar las reservas de defensa aérea de Ucrania. Los soldados ucranianos han descrito una grave escasez de municiones básicas, incluidos proyectiles de mortero y proyectiles de artillería. Y más de 100.000 soldados ucranianos han resultado muertos o heridos en la guerra de un año, estiman funcionarios estadounidenses, incluidos los soldados más experimentados.
Más de 600 ucranianos completaron en febrero un programa de capacitación de cinco semanas en Alemania que incluyó habilidades básicas como puntería, junto con capacitación médica e instrucción en maniobras de armas combinadas con vehículos de combate Bradley y Stryker de fabricación estadounidense. Esas fuerzas ahora están de vuelta en el campo de batalla, y un segundo lote de cientos de soldados adicionales ahora está pasando por el programa.
En marzo, el diario estadounidense Washington Post publicó un informe de sus corresponsales en Ucrania afirmando que los combatientes ucranianos sufren pérdidas significativas, superando las 120.000 bajas, situación que ha llevado a una disminución de la calidad de las FAU.
Sin embargo, las cifras oficiales ucranianas son muy inferiores. El general Zaluzhni declaró el pasado otoño que casi 9.000 de sus soldados perecieron en combate.
Tras la publicación del Washington Post, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania (SNBO), Oleksii Danílov, respondió que “nada de eso es cierto” y agregó, según el diario ABC de España, “remover la situación proporcionando informaciones que no se corresponden en absoluto con la realidad no es algo precisamente agradable”.
A la par de las declaraciones y publicaciones, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, mediante Twitter, reconoció que los fallecidos dentro de las FAU superan las 100 mil bajas militares y otras 20 mil civiles, además de un daño económico superior a los 600 billones de euros.
“A su vez, las autoridades ucranianas, mediante sus declaraciones populistas buscan mantener en el Ejército el nivel necesario del espíritu combativo para seguir resistiendo. El régimen de Kiev sólo trata de justificar ante su población las bajas futuras de la gente que supuestamente son necesarias para recuperar la integridad territorial”, reseña el portal Teller Report.
//FUENTE: TELLER REPORT / EFE / POLITIC//
