EEUU prueba con armas biológicas en Donetsk, Lugansk y Kherson, afirma Rusia

Dentro del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, nuevamente se mencionó la posibilidad de que Estados Unidos esté realizando pruebas en biolaboratorios instalados en la frontera que abarca a las repúblicas de Donetsk, Lugansk y la región de Kherson. Desde Moscú se afirma que existen pruebas y testimonios que son invisibilizados en occidente.

Recientemente, el Jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las fuerzas armadas rusas, teniente general Igor Kirillov, informó ante la plenaria de la Duma Estatal, que se logró entrevistar a testigos que afirman que EEUU realizó prácticas con esos elementos “con el pretexto de garantizar la bioseguridad mundial”.

El jefe militar, citado por medios rusos, explicó que durante la operación militar especial, el Ministerio de Defensa examinó más de 2.000 documentos con los que se establecieron nombres concretos de funcionarios que participaron en la organización de investigaciones militares-biológicas en EEUU y Ucrania.

Moscú expresó su preocupación por una red de laboratorios secretos financiados por Estados Unidos en Ucrania en las primeras semanas del conflicto y, desde entonces, ha hecho públicas con frecuencia evidencias sobre el programa.

A través de un documento titulado “Hoja informativa sobre los esfuerzos de reducción de amenazas de armas de destrucción masiva”, en junio de 2022, el Pentágono admitió que el Gobierno de EEUU apoyó 46 instalaciones de investigación biológica en Ucrania durante los últimos 20 años. “Nadie, incluidos los países occidentales, ha tenido dudas sobre la autenticidad de los documentos publicados”, afirmó el general Kirillov.

Moscú llevó el tema de los biolaboratorios a la ONU en octubre pasado, solicitando una investigación internacional, pero la moción fue bloqueada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia en el Consejo de Seguridad.

Según Sputnik, sólo en 2023, el Departamento de Energía de EEUU asignó $us 105 millones para la investigación en el marco del proyecto Bio-preparation Research Virtual Environment.

Kirillov agregó que el Pentágono está contratando especialistas para el desarrollo de armas de destrucción masiva a través del Centro de Ciencia y Tecnología de Ucrania.

Según Kirillov, la experiencia laboral en proyectos de doble propósito es uno de los requisitos para los reclutas. Los solicitantes que lleguen a la final asistirán a un curso online del 24 al 26 de abril y a una reunión en persona en Varsovia en las mismas fechas, donde trabajarán sobre proyectos clasificados en el territorio de Ucrania y más allá.

“No descartamos que, bajo la apariencia de tales cursos, se puedan preparar provocaciones con armas biológicas para lanzar una campaña de información contra la Federación Rusa”, afirmó.

Desde el inicio del conflicto bélico Moscú denunció estas prácticas e incluso se reveló el asentamiento de biolaboratorios y bases en países sudamericanos como Perú, Colombia o Brasil.

En Perú se citó a la Unidad de Investigación del Centro Médico Naval con sucursales en Cusco, Iquitos y Puerto Maldonado, con 300 funcionarios, 40 de ellos norteamericanos. En Brasil se nombró a la Representación del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, con oficinas inauguradas en 2001, con auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con un representante de esa entidad y cuatro empleados locales.

La presencia de estos biolaboratorios no es nueva. En 2017 el escritor Rodrigo Bernardo Ortega publicó un amplio artículo que detallaba el paso de EEUU en la Amazonía brasilera, zona favorable para la práctica de experimentos en nuevas enfermedades y armas bacteriológicas.

Sobre Perú, el analista concordó con los datos sobre Iquitos. “Encubriéndose bajo el nombre de Instituto de investigaciones de enfermedades tropicales, el biolaboratorio NAMRU-6 ha establecido vínculos con la Universidad Cayetano Heredia para hacer pasar una actividad militar como un asunto de supuesta investigación científica”.

Finalmente, Bernardo Ortega aducía el asentamiento de las bases norteamericanas en esa zona, por el factor hídrico de la zona.

“No en vano en la zona compartida por los Estados de Brasil, Perú y Colombia se encuentran las reservas más importantes de agua dulce del mundo, aproximadamente 6.950 km3 lo que equivale al 26% del agua dulce utilizable del planeta”, citó.

//FUENTE: REPUBLIC WORLD/ TELESUR/ AA/ RT//