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La cocalera Tomasa Medina, reconocida por su alegría y picardía en las protestas de Adepcoca por la recuperación de la sede de los cocaleros de los Yungas en la ciudad de La Paz, volvió a ser noticia esta semana. Ella había sido desalojada de su casa a mediados de febrero de este año, estaba viviendo en alojamientos, y de pronto su suerte cambió. Este miércoles, 22 de marzo, sus “hermanos yungeños” le dieron una habitación en el hospital de los cocaleros para que pueda vivir tranquila y no vuelva estar desprotegida.
“Me siento muy feliz, lamentablemente he vivido una vida muy dolorosa. No me lo esperaba (el gesto) de los hermanos yungueños, hay personas buenas como también malas. El único que siempre estuvo pendiente de mí es el compañero Gabriel, ha sido un hermano. Como dirigente no me dejaba ni un rato sola, me preguntaba: hermana ¿tienes un pariente donde descansar? y yo le decía que no”, dijo con lágrimas en los ojos, muy emocionada, cuando estaba de ida a su nuevo hogar.
En varias entrevistas a medios de comunicación, Tomasa manifestó que nunca se casó, tuvo una hija y tiene dos nietos. Pertenece a la comunidad Dorado Chico, ubicada en el cantón Arapata de Nor Yungas. Es cocalera desde hace más de 25 años.
Al llegar a la habitación, mas serena y tranquila, no dudó en decir que “estaba muy bonita, hay que darle un poco de limpieza”, mientras sus ojos recorrían el lugar. El espacio tiene una ventana grande, y al estar en una segunda planta tiene una buena vista de la zona. La mujer, de 50 años, dejó claro también que su nuevo hogar siempre estará abierto para los “hermanos yungueños” que quieran visitarla.
El momento de llegada de Tomasa al hospital fue captado por la Radio Siglo XXI. Dada la popularidad de esta mujer yungueña, ya lleva cientos de reproducciones en redes sociales.
//FUENTE: EL DEBER//