La mafia de los balcanes en Bolivia: una década de sicariato y narcotráfico

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La pérdida de un cargamento de droga en Chile, valuado en 60 millones de dólares, y la ejecución de los dos serbios encargados de esa mercancía a manos de dos sicarios bolivianos, es el indicio que revela la presencia de la mafia de los Balcanes en Bolivia desde antes de 2014.

Con un modo de vida reservado y poco ostentoso, por su formación militar y bajo identidades falsas, los miembros del denominado “Grupo América” mantienen un bajo perfil para no despertar sospechas sobre los negocios montados para el lavado del capital ilícito de sus actividades.

Abogados y policías bolivianos que se toparon con casos que involucran los intereses de estos extranjeros, en entrevistas para este reportaje, contaron que los miembros de estas organizaciones criminales, que en su mayoría proceden de Serbia, tienen como base de operaciones la ciudad de Santa Cruz y se mueven en círculos de confianza muy exclusivos.

Tienen un entorno personal con los contactos necesarios para que les organicen su alimentación, vestimenta, vivienda, transporte, las reuniones de negocios y su vida nocturna. Portales especializados sobre el crimen organizado, como InSight Crime y el Proyecto de Reporte de Corrupción y Crimen Organizado (Occrp) que han rastreado la actividad del “Grupo América”, describen a sus miembros como disciplinados, pero radicales al momento de tomar decisiones por ser exmilitares que optaron por el crimen en medio de las convulsiones sociales que se viven en los países de los Balcanes.

La presencia de sus miembros en Bolivia tendría como fin el reducir los costos para organizar el traslado de cargamentos de drogas desde Colombia, Ecuador y Perú hacia puertos en Chile, Brasil, Paraguay y Argentina, que tienen como destino final, primero África y luego Europa. El puente aéreo es el sistema más conocido y rentable para el traslado de su mercadería, por medio de avionetas que en algunos casos llegan a cargar media tonelada de paquetes. Para el exministro de Gobierno Carlos Romero esa estrategia involucra resguardo armado, cobertura policial, complicidad de los operadores del control aéreo y abogados que, entre trámite y trámite, crean una enrevesada coartada que impide dar con los financiadores.

Exmiembros de Interpol Bolivia y exfuncionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que pidieron mantenerse en el anonimato, advirtieron que debido a la corrupción al interior de la Policía, la Fiscalía y tribunales, los emisarios de la mafia de los Balcanes aún no fueron identificados como parte de una organización criminal internacional.

“Mis clientes vienen y se sientan en esa silla, donde está usted, y me dicen: ‘lo matamos porque nos debía plata, (la víctima) nos debía de dos toneladas de droga que se acumularon de pedidos pequeños que le entregamos’. Me explicaban que en lugar de pagar un millón (de dólares) el tipo venía con 600 mil (dólares) y les prometía que con el siguiente cargamento completaría el pago”, relató el abogado R.R., quien tiene entre su cartera de clientes a varias personas involucradas en el negocio del narcotráfico.

R.R. afirma que los casos en los que los intereses de estos extranjeros se vieron involucrados, como las ejecuciones cometidas por sicarios o la incautación de cargamentos de droga, los funcionarios policiales bolivianos se enfocan en resolver el crimen del momento y evitan hacer investigaciones más profundas, que generen bases de datos que ayuden a relacionar e identificar la estructura y los negocios del narco.

El también abogado y diputado nacional Marcelo Pedrazas, de Comunidad Ciudadana (CC), considera que de manera premeditada la Policía Boliviana se limita a presentar a los presuntos sicarios o señalar que los buscan y que, aunque siempre se menciona que los posibles móviles de esos crímenes es el ajuste de cuentas entre narcos, éstos nunca son esclarecidos. Finalmente, las investigaciones se detienen con uno o dos involucrados enviados a la cárcel.

El socio en Bolivia

Ocho días después, al otro lado de la frontera, el 14 de julio, un socio de Stavric también sería asesinado. Otro sicario boliviano sorprendió sentado al interior de un centro de internet a un exmilitar boina roja, croata y prófugo por el delito de secuestro en Serbia Goran Popovic.

El hombre de 39 años murió con tres disparos en la cabeza, el crimen fue grabado por una cámara de seguridad y en el lugar del hecho se colectó la identificación falsa con la cual el extranjero se manejaba en el país: David Eterovic Melgar.

Los sicarios bolivianos

En el caso del asesinato en Perú, Diego Rivera, pese a ser rápidamente identificado por la Policía de Perú y que dos de sus cómplices peruanos fueron capturados, logró salir de ese país y regresar sano a su natal Santa Cruz. No se supo más de él hasta el 4 junio de 2019, cuando sorpresivamente la Policía Boliviana atendió un caso de secuestro.

Se trataba del caso en el que un grupo liderado por un extranjero apodado “el ruso” tuvo cautivo por más de 50 días a Mauricio Rivera, hermano del sicario. El móvil del secuestro era precisamente presionar a la familia para que entreguen a Diego y cobrar venganza por el asesinato de Stavric, cinco años antes.

Sin embargo, Mauricio Rivera, que estuvo secuestrado desde el 15 de abril de ese año, protagonizó un rescate cinematográfico, pues logró enviar un papel con mensaje al interior de un calcetín con una piedra hacia el techo de la casa vecina de donde estaba cautivo, donde un albañil lo leyó y llamó a la Policía, la que realizó un operativo y logró detener a tres de los raptores, pero no al “ruso”, quien logró fugar. Asimismo, Diego Rivera logró mantenerse fuera del alcance de los secuestradores y de la Policía.

Fue hasta dos años después, en 2021, que finalmente Diego Rivera fue capturado en Santa Cruz y enseguida la Policía peruana pidió su extradición para juzgarlo por el asesinato de Stavric, según confirmó la Fiscalía de Santa Cruz.

Deudas con el narco

Sobre el asesinato de Popovic, casi tres meses después de su muerte, el 27 de octubre de 2014, un juez envió a la cárcel a Leonardo Vaca Diez Gentile, imputado como el principal sospechoso y autor intelectual y material del crimen.

Con esa detención, el “Choco” Vaca Diez, conocido como un empresario dedicado al lavado de dinero del narco, cumplía su segundo encarcelamiento por un delito de asesinato.

Años después, en febrero de 2021, Vaca Diez volvería a ser detenido, esa vez acusado nuevamente de ser el autor intelectual del asesinato del presidente del club de fútbol profesional Blooming, Lorgio Saucedo.

El historial delictivo de Vaca Diez (actualmente detenido en el penal de Palmasola, sentenciado por un cuarto caso de asesinato) es casi tan extenso como su flujo migratorio, con salidas a Europa, Panamá, Brasil, Paraguay, Chile y Perú, entre varios países, según los datos de la Fiscalía de Santa Cruz.

Precisamente una de las salidas de Bolivia hacia Perú, en 2014, cuando fueron asesinados Stavric y Popovic, coincide con el decomiso de tres toneladas de droga boliviana por parte de la Policía de Chile en el operativo “Capricornio”.

El cargamento estaba valuado en 60 millones de dólares. Los medios de comunicación serbios relacionaron las muertes de ambos criminales con ese golpe al narcotráfico, debido a que supuestamente Stavric y Popovic eran los responsables de dicha mercancía.

Según las declaraciones de la novia, el chofer y otro empleado de Popovic, insertos en el cuadernos de investigaciones del Ministerio Público, tres meses antes del crimen Popovic viajó a Perú para dar encuentro a Vaca Diez, quien había llegado desde España con 170 mil dólares, pero que al momento de ingresar a ese país fue requisado por las autoridades aduaneras, quienes le confiscaron 140 mil dólares y solo le permitieron retirarse con 30.000 dólares.

En esa fecha, según los datos de la investigación en Bolivia, se tenía planificada una reunión entre Stavric, Popovic y Vaca Diez para la entrega del dinero destinado al pago de una deuda con un cártel colombiano.

Este medio verificó que, al momento, la investigación por el asesinato de Popovic está estancada y tiene cinco personas imputadas. Vaca Diez tendría a su favor un sobreseimiento del proceso.

//FUENTE: PÁGINA SIETE/ P7 PLUS//