Las invitaciones expedidas por el presidente izquierdista electo en Chile, Gabriel Boric, para su toma de posesión el próximo 11 de marzo convertirán el acto en un coliseo ideológico. A la cita están convocados el jefe de Estado colombiano, Iván Duque y el exguerrillero de la organización M-19 que busca la silla de la Casa de Nariño, Gustavo Petro. Sólo con ello comprueba su ambigüedad política y su obvia falta de protocolo, al invitar junto a la máxima autoridad del país a uno de tantos candidatos que aspiran a la silla presidencial.
Petro es requerido «de forma muy especial» en la ceremonia de Traspaso y Asunción de Mando Presidencial que se celebrará en el Congreso Nacional de Chile. Así lo expresa la carta que envío el líder de Apruebo Dignidad desde Santiago.
Le dice además que es un “honor” porque en este nuevo periodo aspira a “compartir con compañeros de ruta que, desde otros países y naciones, están trabajando para construir un presente y un futuro de mayor dignidad, justicia y bienestar para todos y todas. Tanto para sus propios pueblos, como desde una perspectiva global».
De este modo Boric aporta un espacio a la agenda diplomática de Petro, al ofrecerle una tribuna a dos días antes de las elecciones legislativas que se convocaron para el 13 de marzo en Colombia y de la consulta de las coaliciones para elegir a sus candidatos presidenciales.
Ahora, la presencia de Duque aún no está confirmada. El mandatario lo felicitó después del balotaje en diciembre, pero esta simpatía quedó frustrada cuando Boric rechazó la invitación del presidente Sebastián Piñera a viajar con él a Colombia para participar en las cumbres del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) y la Alianza del Pacífico, que se celebrarán entre el 26 y 27 de enero.
Con una agenda común
Petro recoge su siembra política en tierra austral. Desde la proclamación de Boric celebró que «el triunfo del progresismo chileno marca el fin de la era Pinochet, y para América Latina el fin de un sistema de ideas neoliberal que convirtió los derechos de las gentes en negocios de particulares poderosos». Así lo dijo en sus redes sociales.
Asimismo, el senador y precandidato presidencial tiene además en su agenda “revivir y potenciar el Pacto Andino». Esto, en su opinión, puede ser «la plataforma de una industrialización de la región donde Chile y Colombia deben ser aliados».
En esta propuesta hay más intereses, si se considera que este acuerdo está firmado por Bolivia, Perú y Venezuela, con el fin de centrar sus acciones en la “integración y cooperación económica”. Ecuador también forma parte, pero está claro que Guillermo Lasso está lejos de entenderse con Luis Arce, Pedro Castillo o Nicolás Maduro.
Sin embargo, sumar a Boric es posible, porque cree en el triunfo del líder de Colombia Humana potenciaría la constitución de un eje muy interesante en la región.
Lula ausente
El periódico brasileño O Globo publicó que luego de que el primer mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, rechazara la invitación a la toma de posesión de Boric, este “sondea” invitar al expresidente y casi seguro candidato a las elecciones de octubre próximo en ese país, Luiz Inácio Lula da Silva.
La información se da a conocer a un mes exacto de la ceremonia de cambio de mando, y luego de que Boric, en entrevista con la cadena BBC Mundo, señalara que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) es uno de los eventuales gobernantes de la región -si resulta electo- con los que le gustaría trabajar.
Otro que vocifera que asistirá es el diputado del partido progresista Alianza País de República Dominicana, José Horacio Rodríguez, quien en Twitter publica la misiva a su nombre.
//FUENTE: PANAM POST//