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Sería muy reducido pensar que el departamento de Santa Cruz ha emprendido una lucha solo por la aspiración autonómica que –además- ha sido traicionada, la lucha es por un nuevo modelo de Estado democrático y respetuoso del Estado de derecho, sostienen una politóloga y líderes cívicos cruceños.
El expresidente del Comité pro Santa Cruz Carlos Dabdoub, la exdiputada María Cristina Vizcarra y la exparlamentaria y politóloga Erika Brockmann compartieron sus visiones en el conversatorio organizado por la ANF en torno al horizonte de Santa Cruz sobre Bolivia, ¿Cuál su rol en este contexto político después de haber liderado desde 2019 las manifestaciones contra el Gobierno de turno?
Una de las primeras premisas en las que coincidieron es que el epicentro político y económico en Bolivia ha ido girando, en el siglo XIX el poder estaba en Sucre y en Potosí por la minería; luego, el siglo XX fue del estaño en La Paz y Oruro, es decir, hacia el occidente, pero en el siglo XXI “inexorablemente se ha trasladado a Santa Cruz, al Oriente”.
¿Cuándo se da este esta situación? Dabdoub cree que, en 2019, Santa Cruz emerge y eleva su voz denunciando un “fraude electoral” y asume la conducción de las movilizaciones democráticas y pacíficas, que se irradian a casi todos los departamentos de Bolivia. Ese año, renunció el entonces presidente Evo Morales en medio de una crisis política.
Pero ese rol contestatario al Gobierno se ha reproducido el 2021 sumándose a las manifestaciones en contra de la ley de legitimación de ganancias ilícitas, hasta que la norma fue abrogada. El 2022, Santa Cruz emprendió 36 días de paro para que el censo se realice en 2023. Finalmente, tras la detención del gobernador Luis Fernando Camacho esa región emprendió una nueva etapa de protestas.
Dabdoub precisa que no es una lucha solo por las autonomías. “Sería muy pequeño decir que solamente Santa Cruz está luchando por la autonomía. Santa Cruz está luchando por un nuevo tipo de Estado que involucre y beneficie a todos los departamentos del país. Por lo tanto, me parece muy pequeño eso de hablar solamente de autonomía”, afirma Dabdoub.
Vizcarra comparte que asume un rol con contundencia y fuerza efectivamente en 2019; primero, cuando se produce el movimiento político de cuestionamiento al “fraude electoral” y, por otro lado, la acumulación histórica de Santa Cruz frente a una aspiración de autonomía real y plena. “Podríamos hablar más o menos en esas dos rutas: una acumulación histórica y una aspiración autonómica”.
El exlíder cívico ahonda en el tema, dice que se trata de dos visiones del modelo de Estado. El que desarrolla el gobierno “un capitalismo de Estado, un andinocentrismo que no reconoce las culturas de los otros pueblos”; y que Santa Cruz genera “otro tipo de modelo de Estado” democrático, amplio, plural, que todos seamos iguales y que no haya prevalencia de una cultura sobre la otra.
Esa es la lucha desde el punto de vista ideológico-político, pero cree que no es precisamente una pelea ideológica, sino “una lucha de tener el poder, y el poder es para implementar ese modelo que ellos vienen recibiendo de instrucciones de parte de Cuba y de Venezuela”.
Entonces, Santa Cruz se convierte “en la antítesis de lo que pregona el MAS”, por esa razón cree que el Gobierno quiere “cortarles la cabeza” a como dé lugar. Lo que ha quedado demostrado con la represión policial durante las manifestaciones, es más, sostiene que se trata de un “terrorismo de estado”, además del “golpe de estado departamental” a la gobernación pretendiendo decidir quién será el gobernador por la detención de Camacho.
No se trata de trasladar la sede de gobierno, aclaran Vizcarra y Dabdoub, sino que históricamente el poder ha ido girando, “me alegra escuchar que nadie quiere ser sede de gobierno”, lo dice en tono jocoso la analista Erika Brockmann, y precisa que las crispaciones y tensiones irresueltas en torno a las sedes de gobierno no necesariamente fueron muy agradables de vivir, no obstante, considera que ahora Santa Cruz juega un rol fundamental.
En el análisis plantea que tanto el gobierno de Evo Morales como el de Luis Arce traicionaron el “pacto precario” de la Constituyente, aunque no era refundacional de la Constitución de 2009 porque “traicionaron la vocación de la promesa autonómica, mucho menos se ha desarrollado un Estado autonómico porque nunca funcionó en los hechos.
Más por el contrario, lo que está demostrando el gobierno de Arce es una conducta con tendencia hacia decisiones maniquea, dogmática y autoritaria, que ya las demostró Morales, pero que no contribuyen al país en la construcción del Estado.
Pero no solo se ha traicionado la aspiración autonómica, sino la inclusión indígena y la plurinacionalidad, desde esa perspectiva cree que se ha instrumentalizado políticamente y exacerbado absolutamente todas las brechas raciales, es decir, precisa Brockmann, los “sentimientos que dividen a los bolivianos (…) cuando deberían haber sido sanadas las heridas con otro tipo de discursos”.
“Aquí se las está instrumentalizando de una manera maniquea, de una manera perversa al extremo que puedo decir que, así como Evo Morales es un personaje tóxico en el contexto de la política también Arce no deja de ser un personaje que está conduciendo a la Bolivia del Bicentenario al suicidio o a la parálisis permanente al círculo perverso de las promesas irresueltas, de las oportunidades perdidas”.
El rol de Santa Cruz en este contexto será cada vez más “gravitante”, no solo en la economía, sino en la construcción de un liderazgo político que abrace causas regionales, pero también causas nacionales y para eso (es) poder enamorar al país”.
Bockmann planteó que hacia el futuro político es necesario buscar las ventanas de oportunidades para salir de este patrón perverso en el cual se ha movido la sociedad civil frente a la política y el atropello del MAS durante estos quince años. Entonces sugiere analizar de una manera inteligente cómo visualizar una estrategia cuyo eje ordenador sea el 2025 y el Bicentenario.
María Cristina Vizcarra pone énfasis en resolver la crisis y el problema del órgano Judicial porque la ciudadanía cada día tiene que enfrentarse a jueces y fiscales. La Justicia es el instrumento más poderoso, incluso más poderoso que las Fuerzas Armadas la Policía y tiene el poder de la persecución penal.
“Entonces creo mi propuesta mi pedido de auxilio mi pedido es que alguna institución alguien se haga cargo del tema de la justicia”, sostuvo.
Mientras que el expresidente cívico cerró su participación haciendo un llamado a los otros departamentos, alertó que lo que está sucediendo en Santa Cruz no es solo su problema y que las consecuencias llegarán al resto de los departamentos.
Manifestó que Santa Cruz seguirá luchando por la dignidad porque el pueblo será el gran triunfador, aunque la lucha será larga, donde se han encontrado dos modelos de Estado diferentes, dos visiones de Estado. Entonces pedirles a todos los departamentos del país que nos apoyen que sea mucho más permanente, más amplio que no sean simplemente pequeñas manifestaciones, que sus instituciones y autoridades se manifiesten.
“Imagínense, han secuestrado al gobernador del departamento, Luis Fernando Camacho, hoy por hoy (el departamento) más importante del país. Si han hecho eso a cualquiera de nosotros nos puede ocurrir lo mismo de tal forma que lo que se está jugando en Santa Cruz es el futuro del país”.
Plantea crear una matriz social desde la niñez para formar niñas y niños íntegros y éticos y que eso solo es a través de educación y más educación, solo “eso va a vencer la ignorancia y al vencer la ignorancia van a terminar los caudillos y los malos gobernantes.
Se ha alimentado sentimientos antiorientales
Dabdoub observa que existe un “poder político propagandístico” del Gobierno nacional –en su criterio- para “lavar la mente” de los bolivianos que no viven en Santa Cruz. Cuya estrategia es tratar a los cruceños de “separatistas”, “latifundistas”, cada vez que el departamento alza su voz. Estigmatización que no corresponde.
Dijo que solo habría que preguntar qué ciudadano boliviano no tiene un pariente o un amigo que vive en Santa Cruz y preguntarle por qué se vino a Santa Cruz “si fuéramos separatistas, discriminadores, racistas ¿usted cree que la gente se vendría aquí?, no, porque Santa Cruz tiene una cultura muy permeable, recibe todo, acepta todo, y por eso es que nosotros nos hemos desarrollado porque no estamos en ese sentimiento arcaico de mirar hacia atrás, Dios nos puso los ojos adelante para que veamos el futuro y el presente”, afirmó el exdirigente cívico.
La politóloga y exparlamentaria añade que “se han sembrado sentimientos antiorientales absolutamente anacrónicos en un país donde como nunca antes se ve una migración hacia el Oriente”. Migración que responde a la expectativa y necesidad de mejores días, de mejores condiciones de vida y desarrollo personal.
Por eso, Santa Cruz es más boliviana que nunca hoy día, y que la torpeza y el autoritarismo de este gobierno lo único que hace es exacerbar y despertar demonios que debimos haber curado durante este proceso democrático y de un cambio que nunca existió.
Para Dabdoub está claro quién es el principal separatista en el país: “yo le pongo nombre y apellido, el Gobierno central porque cada vez que Santa Cruz ha pedido algo llámese regalías, llámese autonomía, llámese democratización de gobiernos municipales, cuál ha sido la muletilla que han usado los gobiernos no solamente este todos los gobiernos es que nosotros somos separatistas”.
Insistió que el discurso de Santa Cruz “enamora a todo el país” porque busca una democracia amplia, irrestricta, que todos sean iguales ante la ley, una justicia independiente que solo se sujete al imperio de la ley y la Constitución, para erradicar la corrupción y que cada departamento asuma su propia responsabilidad con base en su competencias y recursos.
//FUENTE: ANF//