ALEJANDRO FERNÁNDEZ
La economía boliviana nuevamente se encuentra en severos problemas, primero por la caída de las reservar internaciones y el desgaste total de modelo económico boliviano cortoplacista que simplemente fue alcanzado por el largo plazo y este lo deja al desnudo como ya se puede apreciar en la actualidad.
Bolivia se encuentra en grandes problemas ya que como se puede observar en el grafico anterior las reservas pasan a niveles del 2004, donde a lo largo del tiempo se puede ver la tendencia y el despilfarro que se tuvo con los ingresos que se tuvo.
Los periodos que abarcan del 2012 al 2014, que fue el auge de las materias primas debido a la subida de los precios internacionales, oportunidad que Bolivia desaprovecho e hizo un uso totalmente ineficiente de las mismas, destinadas a empresas públicas deficitarias, construcciones o proyectos fantasma o con alto sobreprecio, desde un fondo indígena donde sorpresivamente fueron saqueados 182,7 millones de dólares, hasta la construcción de un museo para el presidente de turno Evo Morales.
Ya habiendo mención a pocos ejemplos del despilfarro que tuvo el pais, vayamos analizando un análisis a la economía boliviana, primero el gran auge económico no es mas que una burbuja que fue brutalmente estimulada por el gasto público (que fue lo que estiro el PIB), y su crecimiento hace que sea como una mezcla de vino con agua.
En el aspecto inflacionario, si bien la medida del IPC es lo comúnmente usado, este indicador se limita a medir los precios de la canasta familiar y servicios básicos, ahora analicemos porque la inflación es tan baja:
La primera razón tiene que ver el año base (2016) que toma en cuenta el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) al momento de elaborar el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y este no considera el precio de la vivienda y el sector de la construcción el cual ha tenido un incremento de precio radical en el pais, estimulado por la baja tasa de interés artificial.
El segundo factor que permite reflejar una baja inflación es el control de precios de algunos alimentos básicos, así como la gasolina y el diésel, los últimos fueron cruciales para mantener una inflación baja ya que el gobierno al subvencionarlo evito las fluctuaciones, lo que también deterioro las reservas, y esto empeorara más aun con la situación Geopolítica (Rusia-Ucrania) donde los precios internacionales del petróleo y combustibles subieron.
Ahora con el nivel de reservas actuales que tiene Bolivia la subvención ya no sea posible en un lago plazo por lo que se desatara un caos económico y social por los distintos sectores.
El tercer factor tiene que ver con un cambio de preferencias en los consumidores entre 2016 y 2022, lo cual hace que los datos del 2016 del INE sean obsoletos.
Ahora considerando que se necesitan de las RIN para que el pais pueda seguir importando bienes que no produce, esto hace que Bolivia se ve acorralada y necesitada de ingresos que le sigan permitiendo ser “estable”, esto lo vimos con la puesta de Bonos en la bolsa en 2022 fue un fracaso, ahora si le sumamos la deuda interna y externa del pais, la dependencia constante de la exportación de materias primas como lo mencione en un artículo previo Bolivia aún dependiente de las materias primas (panampost.com), los últimos problemas suscitados en el motor industrial del pais Santa Cruz, el constante déficit fiscal y el enorme presupuesto estatal PGE, donde los bolivianos deben pagar por funcionarios y empresas públicas totalmente deficientes e inútiles, que en lugar de mejorar y simplificar la vida a los ciudadanos la empeora.
Todo aquello hace que el riesgo pais donde la aseguradora de créditos mundial COFACE califique a Bolivia como tipo C, haciendo que casi nadie quiera prestar las divisas que serán vitales para el pais.
Actualmente podemos resumir de manera general las 2 únicas salidas que le quedan a Bolivia las cuales son:
1.- Abrocharse el cinturón, evitar el despilfarro de los ingresos y abrirse a reformas económicas de mercado haciendo una purga a todo su sector productivo, que sería lo mas adecuado y saludable para una economía real y proyectada a largo plazo.
2.- Seguir viviendo del gasto y derroche, patear sus deudas actuales a futuro y seguir presumiendo su falsa estabilidad e inflación hasta las siguientes elecciones 2025 o hasta que su modelo económico colapse por completo, buscar más y más créditos ya sea por las fuentes internacionales, mediante la ayuda y apoyo del “Nuevo foro de Sao Paulo” ya completado o como ya se lo ha estado haciendo acercarse mas a China para hacer contratos para la explotación de litio y aumentar mas aun la deuda con China y la influencia de este en el pais.
Como sea, al final de igual manera ante de colapso la izquierda hará lo que mejor sabe hacer, culpar a un tercero o a cualquier cosa ridícula. Como ya lo hicieron con la mentira del “mar de gas” que creó falsas expectativas en la población boliviana y ya genera dudas sobre las reservas de gas con las que cuenta el país, donde según ellos el culpable fue un ministro “Masista” que le hizo creer que estábamos sobre un mar de gas al otro “Masista” Evo morales.
Como ya vimos la economía boliviana esta sobre un: “Le había dicho” “Le había hecho creer” donde el pensamiento crítico y la pésima formación académica de los lideres políticos es de admirar y de vergüenza internacional.
Lamentablemente, que Bolivia colapse ya no es una especulación sino un hecho que cada vez esta mucho mas cerca de suceder y todos los factores se alinean a un futuro no muy prometedor.
ALEJANDRO FERNANDEZ CASTILLO
Ingeniero en Comercio Internacional, Especialista en Marketing Internacional, Gerencial, Estrategia Corporativa y Negociación.
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21