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El lío entre masistas pasó ahora a la Asamblea Legislativa Plurinacional con la expulsión de seis diputados por el congreso nacional de esa organización, que además amenazó a otro tanto con “quitarles el curul” por haber “traicionado” a ese “instrumento”.
Del frente a esa “ala evista” fanática de Evo Morales salió la respuesta de los “renovadores”, es decir, los adeptos al actual mandatario Luis Arce, llamando llunk’us a sus aún correligionarios.
“A nosotros nos ha costado sangre, luto, vidas construir el MAS y no vamos a permitir que unos cuatro llunk’us y chupamedias quieran ahora cuestionar nuestro trabajo”, afirmó la diputada Olivia Guachalla, una de las “expulsadas” junto a los legisladores Magaly Gómez, Rosario García, José Luis Flores, David Layme y María Vargas.
A los seis se los acusó de “traidores” por haber aprobado la Ley de Aplicación de los Resultados del Censo, tras los 36 días de paro cívico en Santa Cruz.
Desde la ciudad de La Paz, la diputada del ala renovador del MAS Gloria Callisaya sostuvo que la determinación de expulsión de seis diputados “pisotea” el estatuto del partido azul debido a que no habría existido un debido proceso y que se habría llegado a esa situación de forma directa. Anunció que pedirá informes a sus colegas para conocer a detalle el tema.
“Entonces esta expulsión fue directa, estarían pisoteando lo que es nuestro estatuto y reglamento del partido”, indicó.
La senadora del oficialismo Virginia Velasco argumentó que las autoridades nacionales electas por el voto popular, como ser diputados y senadores, se deben a las organizaciones sociales y son ellas quienes deben decidir si son expulsadas o no.
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