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El masismo salió a contener y dispersar con violencia a las marchas convocadas en La Paz, que pedían la liberación de los presos políticos y la recuperación del estado de derecho. En cambio, en Potosí o Cochabamba, los ciudadanos convocados por los movimientos cívicos y civiles lograron sentar presencia.
En la sede de gobierno, donde trabaja la mayoría de funcionarios del Ejecutivo y sus ministerios, además de la Asamblea Legislativa, se produjo la “toma” de la plaza Abaroa, que antes fuera uno de los puntos de concentración de la oposición y resistencia al régimen tanto de Evo Morales como de Luis Arce. La concentración había sido convocada por el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade).
En la zona sur hubo ataques con petardos contra la gente que se reunió en la iglesia de San Miguel, en la calle 21 de Calacoto, un número además simbólico por el referendo del 21 de febrero de 2016.
A su vez, en otro punto de la ciudad, se vio el acompañamiento de los productores de coca de La Paz a la marcha que exigió la liberación de presos políticos, teniendo en cuenta de que los comunarios de Yungas tienen varios dirigentes en detención preventiva por el conflicto del mercado de la denominada “hoja sagrada”.
En tanto, Potosí avanzó con la marcha convocada por el Comité Cívico Potosinista (COMCIPO), encabezada por su presidenta Roxana Graz, quien exigió la transformación de la justicia, pues el sistema legal del país está corrompido por la política y solo obedece al partido oficialista.
La fotografía fue distinta en Cochabamba, con la movilización de cientos de vecinos y jóvenes que se agruparon en más de cinco cuadras con banderas tricolor y otro tanto en motocicletas, con los pedidos de libertad y justicia.
A diferencia de La Paz o Santa Cruz, en la capital del valle no hubo presencia de grupos de choque masistas. Al final de la concentración que recorrió desde la plaza de las Banderas hasta la plaza 4 de Noviembre, efectivos de la Policía trataron de “decomisar” las motocicletas que llegaban de la zona San Simón, pero no pudieron ante la resistencia ciudadana.
Santa Cruz también marchó con el pedido de liberación del gobernador Luis Fernando Camacho, en otra tensa jornada desde que se produjo el secuestro y posterior traslado a La Paz de la primera autoridad cruceña, el pasado 28 de diciembre.
El presidente del Comité Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, cuestionó la política “dictatorial” del presidente Luis Arce y reiteró que ese departamento continuará movilizado.
“Señor Arce Catacora no claudicaremos, la libertad es sagrada y este pueblo seguirá luchando, y esta es una lucha de todos los bolivianos que quieren vivir en libertad”, declaró Calvo.
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