–
Tras el fallo del Silala en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que determinó en base a acuerdos previos entre los gobiernos de Chile y Bolivia que las aguas del manantial potosino son de curso internacional y uso compartido, en el vecino país se advierte que la diplomacia del Estado Plurinacional maneja una política exterior sindicalista y de inestabilidad permanente.
La red ERBOL conversó este martes con la historiadora de la Universidad de Chile, Loreto Correa, quien evaluó el fallo de la CIJ, pero también analizó el accionar del gobierno boliviano y su diplomacia, que desde 2006 se denomina “diplomacia de los pueblos” y que con Evo Morales en la Presidencia instaló dos demandas contra el vecino país, el mar y el Silala, ambos con resultados negativos para Bolivia.
Bolivia es percibido como un país “permanentemente inestable”, “complicado en su construcción política y en su gestión democrática”, “enredoso desde el marco de la política exterior” y con una política exterior “sindicalista”, hecho que considera “grave” porque cuando a Bolivia no le gusta algo “pega el portazo y se acortan las relaciones”, en lugar de revisar las normativas internacionales para llegar a un acuerdo y buscar puntos en común.
“Bolivia es un país dividido, fracturado entre oriente y occidente (…) La diplomacia la conduce La Paz, pero el futuro no está en La Paz, está en el oriente”, expresó.
“Cuando uno dialoga en la política internacional, acude a la normativa internacional y en ese contexto Bolivia ha actuado de manera enredosa durante muchos años”, según Correa.
Uno de los ejemplos más claros, según la historiadora, se dio en el año 1904 cuando se aprobó el Tratado de Paz y Amistad entre Bolivia y Chile y, ”al año subsiguiente, el Gobierno de Bolivia reclamó y dijo que eso era ilegal y de hecho nos mando por primera vez a la Corte Internacional en 1920”, relató.
En su criterio, Bolivia tiene excelentes diplomáticos que en su intento de negociar con Chile en diferentes oportunidades, recibieron un “portazo en la cara” del presidente boliviano en turno. “Queda mal dialogar con Chile”, acotó.
Para la historiadora, Bolivia es el vecino con el cual le gustaría a su país llevarse mucho mejor, no solo por frenar las denuncias ante La Haya, sino que por las ventajas comparativas a nivel comercial, posibilidades de negocio, cuidado mutuo y oportunidades de salida de productos bolivianos a través del mercado en Chile a mercados asiáticos.
“Es una lástima que no se pueda dialogar en serio. Es una lástima que hoy dialoguen y al día siguiente lo borran con el codo. Es una lástima que no nos llevemos mejor”, añadió.
En contraste, el politólogo Andrés Guzmán Escobari, analizó el fallo de la CIJ sobre el Silala con expectativas por un nuevo panorama de negociación bilateral, según expresó el día del fallo en la cadena DW Español.
//@VISOR21 / ERBOL//