Olga Flores Bedregal, ante los jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), sostuvo que el Estado boliviano se niega a reconocer la desaparición forzada de su hermano Carlos. La representación de la Procuraduría sostuvo que no hubo desaparición, porque fue asesinado y su cuerpo fue sustraído.
“La primera agresión es que el Estado no quiera reconocer la desaparición forzada de Carlos Flores Bedregal, y creo que con prolijo y demorado trabajo la Comisión se ha logrado esclarecer que estamos en este tiempo con este delito permanente”, sostuvo Flores Bedregal en la audiencia que se llevó adelante ayer en San José de Costa Rica.
La representación del Estado indicó que basándose en ese testimonio y los resultados de las investigaciones judiciales se puede afirmar, con “absoluta convicción”, que Flores Bedregal fue asesinado en la sede de la COB, y que luego sus restos fueron sustraídos de la morgue.
“Uno los paramilitares reconoció a Flores Bedregal y le dijo a Carlos ‘y tú qué haces aquí’, y le descargó una ráfaga de disparos. Este último cayó de espaldas y con los ojos cerrados. Producido su deceso, los restos de Flores Bedregal fueron arrojados en un barranco en la zona de Mallasa, lugar donde se realizó el levantamiento de su cadáver para ser trasladado a la morgue del Hospital de Clínicas, establecimientos en los que sus restos fueron lamentablemente sustraídos”, dijo la jurista Ximena Fajardo.
La representación legal de Olga Flores Bedregal lamentó la “decisión del Estado de continuar con el negacionismo”.
El jurista Rafael Subieta citó el caso Julien Grisonas y otros vs. Argentina, en el que la Corte calificó de desaparición forzada el asesinato de Julien en la dictadura de fines de los 70. También mencionó el caso de Miembros de la Aldea Chichupac vs. Guatemala, en el que se estableció que “mientras los restos no sean debidamente localizados e identificados, la desaparición forzada sigue ejecutándose”.
Las partes deben presentar sus alegatos escritos hasta marzo.
//FUENTE: PÁGINA SIETE//
