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España celebra su fiesta nacional este 12 de octubre y, además, se han cumplido 175 años de las relaciones bilaterales entre esa nación y Bolivia, que se encamina al bicentenario de su fundación y que hoy celebra cuatro décadas de la recuperación de la democracia.
El embajador de España en Bolivia, Javier Gassó Matoses, evalúa, en esta entrevista concedida a Los Tiempos, los lazos de cooperación entre su país y Bolivia, y en especial con Cochabamba.
—¿Cómo evalúa su gestión, cuando se van a cumplir dos años de su misión en el país?
-Efectivamente, hace dos años que llegué a Bolivia, en un momento complicado para el país, previo a las elecciones nacionales y un momento complicado de las relaciones bilaterales entre España y Bolivia. Debo decir que en estos dos años hemos logrado un entendimiento fantástico. Nos encontramos en una etapa muy dulce, muy agradable de las relaciones bilaterales y hay algunos elementos que lo ponen de manifiesto.
Después de las elecciones, cuando toma posesión el nuevo gobierno boliviano, con el presidente Luis Arce y con el vicepresidente David Choquehuanca, la representación de España en esa toma de posesión la encabeza el jefe de Estado, el Rey, acompañado en su momento por el Vicepresidente del Gobierno y por la Ministra de Asuntos Exteriores.
A lo largo de estos dos años, hemos visto que, por ejemplo, el vicepresidente David Choquehuanca ha visitado España en dos ocasiones y el presidente Arce se reunió hace escasamente dos semanas en Nueva York con el presidente Pedro Sánchez y ambos concretaron la intención de poder cerrar, en los próximos meses, una visita oficial del presidente Arce a Madrid; todos esos elementos demuestran que nuestras relaciones tienen mucha vitalidad y mucho intercambio, pero lo que más nos acerca, creo yo, son las relaciones humanas entre las personas y es bueno saber que tenemos un capital humano compartido muy importante entre Bolivia y España: son, prácticamente, 200 mil los bolivianos que residen en España, muchos de ellos cochabambinos, y tenemos cerca de 20 mil españoles que residen en Bolivia.
—¿Cómo califica la cooperación española a Bolivia en estos dos años?
—Me gusta definir las relaciones entre España y Bolivia como de socios de cooperación, ése es quizás el elemento más importante. Esa cooperación lleva más de tres décadas activa en el país; en estos momentos, precisamente, estamos acabando de diseñar el marco de asociación de la Cooperación Española con el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) de Bolivia, que va a definir las estrategias de cooperación desde 2022 hasta 2025 y que incorpora una cartera de financiación cercana a los 170 millones de euros para todo este período.
—¿Qué áreas privilegia ese plan de cooperación?
—Os pongo un ejemplo muy claro: el sector de agua y saneamiento, que es uno de los más importantes para la Cooperación. En estos 10 años que hemos venido trabajando con el fondo de agua y saneamiento de la Cooperación Española, se ha invertido financiación para garantizar que más de 500 mil personas en Bolivia tengan acceso al agua potable y acceso al saneamiento, esto es casi un 5 por ciento de la población boliviana. Muchos de esos proyectos se van a invertir en Cochabamba, tanto en la ciudad como en su región metropolitana, que es una de las áreas que hemos definido conjuntamente con las autoridades del Estado, con las departamentales y con el Gobierno municipal de Cochabamba, para trabajar en la mejora de los sistemas de agua y de saneamiento.
—¿El nuevo plan de cooperación difiere del anterior?
—En primer lugar, busca garantizar a los ciudadanos el desarrollo de sus derechos básicos, en materia de agua y saneamiento, en salud, en acceso a la justicia, en derechos culturales, en respeto al patrimonio cultural pero también al patrimonio natural.
La segunda línea de trabajo es el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones bolivianas, lo que nosotros llamamos buena gobernanza, en la que incorporamos también el aspecto de género. Ahí trabajamos en áreas como la lucha contra la violencia de género, la equidad de género, el empoderamiento de las mujeres, la garantía del adecuado acceso de las mujeres a sus derechos políticos, pero también trabajamos en temas del fortalecimiento del sistema judicial para apoyar a los operadores de justicia para que garanticen un mejor acceso a la justicia de todos los ciudadanos.
Hay un tercer elemento que es nuevo y que denominamos la transición ecológica justa: estamos en un contexto de crisis energética global, que está afectando de manera muy grave a Europa, pero también a Bolivia y es necesario que trabajemos juntos para mitigar los efectos del cambio climático.
Vamos a trabajar con las comunidades más vulnerables, en particular con las comunidades indígenas, para garantizar una transición ecológica justa a todos los bolivianos y en particular a esas comunidades más vulnerables.
—En el marco de la nueva estrategia, ¿qué lugar le han dado a Cochabamba en cuanto a proyectos de cooperación y desarrollo?
—Cochabamba es uno de los departamentos prioritarios donde hemos venido trabajando desde ya hace un tiempo; hemos tenido encuentros en varias ocasiones tanto con el Gobernador de Cochabamba como con el Alcalde municipal y en materia de cooperación hay un ejemplo muy claro que demuestra la importancia que otorgamos a Cochabamba.
La próxima semana, el 13 de octubre, vamos a tener en Bolivia la visita del Director de la Agencia Española de Cooperación Internacional, quien va a venir por dos días y medio a Bolivia y un día lo va a pasar en Cochabamba. En ese día vamos a tener varios encuentros al participar en la Cumbre
Latinoamericana de Agua y Saneamiento, Latinosan, que se celebra en Cochabamba y vamos a visitar algunos de los proyectos que desarrollamos en el departamento y en la ciudad.
Uno de ellos, por ejemplo, muy emblemático y que a mí personalmente me gusta mucho, es el trabajo que hacemos con las ONG Educo y Estrellas de la Calle, trabajando en la lucha contra la trata de personas y sobre todo contra la trata de niñas destinadas a la explotación sexual y en ocasiones también destinadas a la explotación laboral.
También vamos a visitar el proyecto mARTadero, que es otra de las instituciones muy emblemáticas de la ciudad y con la que hemos trabajado y queremos seguir trabajando de manera más intensa en la medida de lo posible.
Vamos a tener encuentros con el Instituto de Salud Global, que trabaja a nivel latinoamericano pero en particular en Cochabamba en la lucha contra enfermedades endémicas como el mal de Chagas, que es muy endémico en algunas de las zonas de Cochabamba.
//FUENTE: LOS TIEMPOS//
