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La primera vuelta en Brasil abrió la posibilidad a que los dos candidatos más votados tengan argumentos para celebrar una supuesta victoria retórica, de cara al balotaje del 30 de octubre. Luiz Inácio Lula da Silva tiene todo el derecho a considerarse el ganador, ya que fue el más votado. Sin embargo, Jair Bolsonaro ganó contra toda la maquinaria de la prensa y las encuestas, que le daban 14 puntos menos. Algunas mediciones y publicaciones lo consideraban incluso derrotado en el primer turno. Sin embargo, el actual presidente se impuso en algo más importante que en este ámbito de índole simbólica: su espacio político incrementó sus cuadros legislativos en ambas cámaras.
Esto, que se trata de una clara derrota del PT, se explica en buena parte con el repudio que sufre la fuerza izquierdista de cara a la opinión pública. Aunque Lula pudo participar en los comicios, su partido todavía tiene una buena cantidad de dirigentes procesados y condenados en causas de corrupción y dádivas. De ganar también en segunda vuelta, Lula tendrá un panorama parlamentario mucho más complicado que el de un eventual segundo mandato de Bolsonaro.
En la Cámara de Diputados, el PL (Partido Liberal) será la primera minoría con 99 escaños. Sin embargo, el oficialismo tendrá abiertos los canales de diálogo con otros espacios. Unión Brasil, la fusión entre Demócratas y el Partido Social Liberal contará con 59 bancas, el MDB (Movimiento Democrático Brasileño tendrá 42. PP (Progresistas), que también podría llegar a tener alguna coincidencia con el bolsonarismo sumó 47. Lula y sus aliados contabilizan, en la coalición Fe Brasil, un total de 80 legisladores.
En el Senado, que renovaba 27 escaños, tuvo lugar una clara victoria del bolsonarismo: la mayoría de sus candidatos accedieron a las bancas. Al igual que en la Cámara baja, el PL será la fuerza política con más representantes: 13. Le siguen Unión Brasil con 12 y el MDB, que por primera vez no será el espacio con más senadores, ahora con 10, al igual que el Partido Social Democrático (centroderecha). El PT quedó como la fuerza con menos bancas y contará con 9 escaños. Con esta conformación en el Senado, Lula tendría una grave imposibilidad matemática (e ideológica) de pasar cualquier iniciativa.
El próximo Congreso tendrá varias caras conocidas de la primera línea del bolsonarismo, como el vicepresidente Hamilton Mourao. Lo acompañarán en el Poder Legislativo la exministra de Agricultura, Tereza Cristina, también Marcos Pontes, que se desempeñó en Ciencia y Tecnología y Damares Alves, del ministerio de la Mujer Familia y Derechos Humanos.
//FUENTE: PANAM POST//