LUIS ANTEZANA
La historiografía boliviana nada registra acerca de la conquista del Imperio incaico al Collasuyo (hoy Bolivia), ni los tiránicos gobiernos que desarrollaron ocho reyes incas durante 200 años, desde 1320 hasta su final en 1535. Esa información solo quedó descrita en pocos y rápidos párrafos en los libros que dejaron los cronistas incaicos, en especial Garcilaso de la Vega, Poma y otros.
La educación boliviana, desde los cursos de primaria hasta las universidades y academias, pasando por toda la educación superior que imparte el Estado, ignora y no hace ni la menor referencia a tan destacado hecho histórico, que ha dejado huellas indelebles en la población indígena andina y por el cual sigue sufriendo una serie de traumas que perviven debido a que no se conoce las causas que lo determinaron y ni siquiera se señala que existen.
En años recientes se ha revelado algunos aspectos de ese desconocimiento de la base territorial sobre la que hoy existe la nación boliviana, aunque fueron relegados al olvido o deliberadamente ocultados para que no se conozca la verdad histórica acerca de este tema.
Ese descuido deliberado de elites gobernantes, ocultó que en la región andina de América, hoy Bolivia, nació y se desarrolló la Civilización del Collasuyo, que formó un Estado organizado y alcanzó alto grado de prosperidad, debido a las grandes riquezas agrícolas, ganaderas y mineras que poseía.
También se niega a hacer referencia a que el Imperio incaico invadió y conquistó el Collasuyo aymara para apoderarse de esas riquezas, utilizando grandes ejércitos, hasta de 200 hombres, que cometiendo atroces actos pudieron dominar a la población, prohibiéndole el uso del lenguaje aymara y planteando inclusive aniquilar todo rastro de esa Civilización, eliminando a toda su población.
Finalmente, cuando los incas –que ya dominaban el territorio desde Colombia hasta Argentina y Chile y habían impuesto su férula en el Collasuyo y consideraban que su régimen existiría para siempre– enfrentaron una crisis política entre los dos herederos del imperio, los españoles llegaron a Cajamarca.
Entonces, los conquistadores, a la cabeza de Pizarro, apresaron y juzgaron al inca Atahuallpa por haber dado muerte al rey inca Huáscar. Ese hecho dio origen a que el Imperio del Cusco se derrumbe, lo que determinó la liberación de los pueblos collas que, hasta entonces, habían sido dominados a sangre y fuego, y se dio paso a la formación del Estado español.
Esa versión general que realizamos, el autor de esta nota y Alejandro Antezana Salvatierra, se encuentra detallada en el libro de reciente publicación, titulado “La cruenta conquista incaica al Collasuyo (hoy Bolivia) que será presentado en la Academia Boliviana de Historia Militar.
LUIS ANTEZANA ERGUETA
Escritor e Historiador
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21