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Luz Peralta y Álvaro Salinas fueron sentenciados a 30 años de cárcel por el asesinato de Anakin Tancara, hecho perpetrado el pasado 30 de agosto de 2021 en la ciudad de El Alto.
Anakin Tancara fue asesinado a puñaladas y su cuerpo desmembrado en un confuso hecho que apunta a un triángulo amoroso entre los protagonistas. Salinas y Peralta luego trataron de hacer desaparecer los restos, llevando piernas y brazos del joven malogrado a las zonas de Río Seco y San Roque.
El fiscal de Distrito, William Alave, informó este sábado la decisión del Juzgado Tercero de Sentencia de la ciudad de El Alto, para que ambos jóvenes pasen a cumplir condena en los penales de Miraflores y Chonchocoro.
“Una vez conocido el hecho, el equipo multidisciplinario de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida inició los actos investigativos, además de colectar los elementos de convicción como las muestras genéticas, informes psicológicos, declaraciones testificales, informe de autopsia, entre otras pruebas que fueron valoradas por miembros del Tribunal que determinaron la sentencia”, expuso Alave.
Luz Peralta, quien fue pareja de la víctima y también estudiante de Derecho en la Universidad Pública de El Alto (UPEA), había intentado desviar la atención de las investigaciones hacia el padre de Anakin Tancara.
Hoy, Milton Tancara, tras conocer la sentencia, dijo al matutino Página Siete, que su hijo ya puede descansar en paz.
“Me hubiera gustado que esta sentencia me hubiera devuelto a mi hijo, pero eso es imposible. Por un lado, estoy tranquilo, ya puedo decir que mi hijo puede descansar en paz, después de un año y nueve días”, dijo.
Peralta había convocado a Anakin a reunirse para hablar sobre su relación. Luego compartieron bebidas alcohólicas en la casa de ella. Salinas acudió al lugar y en la noche, tras una discusión, el joven fue apuñalado varias veces. Posteriormente se produjo la mutilación del cuerpo, y según informes preliminares se dijo que Tancara aún estaba vivo cuando se procedió a cortar sus brazos y piernas.
La cabeza y tronco quedaron debajo de la cama, donde la pareja de asesinos durmió esa madrugada. Al día siguiente fueron a dejar las partes del cuerpo en un taxi que generó sospechas por el intenso olor a sangre.
La defensa trató de decir que ante tal escena sangrienta no se encontró manchas en la casa donde habitaba Peralta, hija de un alto exmagistrado. También se dijo que el padre de la víctima de forma “extraña”, manejaba tiempos exactos en sus declaraciones, como si conociera del caso.
“Existen malos profesionales que por su culpa hay malhechores caminando por las calles. Ha habido retardación de justicia, porque han utilizado todo y nada para ampliar todo esto, no llegaban los avisos para que los imputados se presenten en las audiencias y otros, pero gracias a la participación del Gobierno eso terminó”, agregó Milton Tancara, que tuvo que acudir hasta el Ministerio de Justicia para evitar que los acusados sean beneficiados con algún recurso o puestos en libertad.
Salinas, quien trabajaba en un restaurante de El Alto, dejó entrever un perfil de psicópata en las primeras entrevistas realizadas por la Fiscalía. Quedó registrado en los medios su mueca burlona, cuando fue presentado como posible autor del macabro crimen hace exactamente un año.
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