“Argentina se ató al Partido Comunista chino”. Estas palabras, que deberían estar presentes en el debate nacional, tuvieron que venir del norte. Mientras que pocas personas prestan atención a las consecuencias que tendrá la entrega del país a Pekín, en Buenos Aires parece que las cosas importantes pasan por otro lado. Sin embargo, el congresista republicano Matt Gaetz hizo un durísimo llamado de atención sobre la creciente influencia china en Argentina y advirtió que se trata de un riesgo tangible para Estados Unidos. Mucho más que el conflicto entre Rusia y Ucrania.
“Aunque el gobierno de Biden, los medios de comunicación y muchos en el Congreso hacen sonar los tambores de guerra por Ucrania, existe una amenaza mucho más significativa para nuestra nación, acelerando rápido, cerca de casa”, señaló el legislador partidario de Donald Trump.
Para el legislador representante de Florida, Argentina es una nación en estado “crítico” con urgencias económicas, que son aprovechadas por el gobierno de China, que invierte mucho menos dinero que lo que desembolsa Estados Unidos en sus intentos fallidos de exportar la democracia en Medio Oriente.
El republicano aseguró que la compra de infraestructura en el sur del continente americano, que servirá para fines nucleares y de exploración del espacio, es sinónimo de incremento de influencia política china en la región. “Es un desafío directo a la Doctrina Monroe y mucho más importante para la seguridad estadounidense» que lo que ocurre actualmente en Europa del Este. Para Gaetz, Rusia es un imperio en decadencia, pero China está en pleno ascenso.
Alberto reivindicó todas las atrocidades históricas del Partido Comunista de China
El presidente argentino fue a visitar la sede central del Partido Comunista y dejó una ofrenda floral al monumento de Mao. El cuestionable gesto fue reconocido por Xi Jinping, que le dijo a Alberto Fernández que era un hombre de “valores”. El argentino le dijo que su espacio político se sentía identificado por todo el trayecto que hizo el PCCh, para poner a China en el lugar que ocupa hoy.
Cuando terminó el encuentro, en el momento de una despedida con protocolos y sin contacto físico, el embajador argentino en Pekín, Sabino Vaca Narvaja, le dijo a Xi en chino: “Sin Partido Comunista no existiría una nueva China”. “Bien dicho”, respondió a la obsecuencia con una enorme sonrisa el serio mandatario chino, que ni el barbijo pudo ocultar.
El último comentario que emitió Fernández, carente de cualquier vestigio de dignidad, fue «que estén muy bien», en un español que nadie tradujo, mientras se prestaba a abandonar la sala tímidamente. Un bochorno por donde se lo mire.
//FUENTE: PANAM POST//