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Las iniciales H.C.F. son inmediatamente reconocibles en el ámbito intelectual no sólo del país, sino del mundo. Doctor en filosofía y máster en ciencias políticas, don Hugo Celso Felipe Mansilla es muy modesto cuando habla de su vida y de su carrera. Ha viajado por todo el mundo y ha dictado cátedra en universidades de Suiza, España y Brasil. Además, es Miembro de número de la Academia de Ciencias de Bolivia.
Hijo de Hugo Mansilla Romero y de Josefina Ferret Ara, don Felipe nació en Buenos Aires el 17 de noviembre de 1942 y tiene las dos nacionalidades.
“Tengo la nacionalidad boliviana de origen como millones de bolivianos que trabajan en Argentina y que son hijos de bolivianos de segunda generación. Yo vine a La Paz en enero de 1943, a las pocas semanas de nacer, en tren; siempre he vivido en Sopocachi, San Jorge y nunca salí de ese perímetro. Estudié en el colegio Alemán, que en esa época se llamaba Mariscal Braun, primaria y secundaria; hice el bachillerato en ese colegio y luego me fui a estudiar a Alemania, ciencias políticas y filosofía, de 1962 hasta 1977, unos 15 años continuos, con algunas venidas a visitar a mis padres. Luego viví cuatros años en España; trabajé para una fundación alemana en países africanos y asiáticos; por ejemplo, en Senegal, Nigeria e India”, narra.
A partir de 1982 estableció su residencia permanente en La Paz y actualmente vive en la Plaza Isabel la Católica, el “límite entre Sopocachi y San Jorge”. De su niñez, recuerda los tranvías de la ciudad: el número 1, que iba hasta Obrajes, bajando por la Arce y avenida 6 de Agosto y el 2, que iba por la calle Aspiazu y Ecuador, que es el que tomaba para ir al colegio. “Tuve una infancia tranquila, sólo perjudicada mi familia por los sucesos de 1952; en agosto de 1953 perdimos una propiedad en Cochabamba”, recuerda.
Luego añade: “Estudié cómodamente en Alemania sin trabajar nunca, 15 años muy cómodos de los que tengo el mejor recuerdo; todo lo que vino después es la declinación, la decadencia, personal, claro. No puedo contar mucho. Llegué a Bolivia en los últimos meses del régimen militar, a comienzos del 82, de los generales Torrelio y Vildoso”.
También destaca esa faceta de viajero: “Estuve luego viajando mucho, en las décadas del 80 y 90; como tenía algo de dinero y no necesitaba trabajar, me dediqué a viajar por todo el mundo; estuve en Australia, África y en casi todos los países europeos. Eso lo digo para impresionar al posible lector (risas)”.
De su carrera profesional en el país, rememora su paso por el Instituto Boliviano de Cultura (IBC), que fue la base del Ministerio de Culturas. “Estaba dirigido por José Mesa, fui su brazo derecho; por la alta inflación, nos tocó un año malísimo, no se pudo ni hacer actos ni publicar nada porque no había dinero y el poco que había se depreciaba a las pocas horas. Los proyectos de publicaciones que don José y yo teníamos no prosperaron. Luego he trabajado sólo en la UMSA, como catedrático invitado, nunca como titular; era de esos invitados mal pagados que hacen el 80% de toda la labor universitaria”, cuenta.
Don Felipe, en su estilo modesto y coloquial, dice que su vida tiene pocas anécdotas. “Tal vez quieran escuchar anécdotas picantes, enfermedades, desamoríos, cárceles, nada de eso; mi vida ha sido muy tranquila, dedicada a leer y a escribir”.
Se casó dos veces y tuvo cuatro hijos: Adriana y Alexandra (que viven en Alemania), Alfonso (en Bruselas) y Victoria, en Santa Cruz. Se separó dos veces y consultado sobre los nombres de sus exesposas dice: “Prefiero no darles importancia a personas de las cuales tengo el peor recuerdo”.
“Lo mejor que me ha pasado en el campo intelectual es la publicación de mis Obras selectas, por una pequeña editorial que publica grandes materiales, que le llama Rincón Ediciones. Los editores son Omar Montecinos, que se dedica a la música underground, y Erika J. Rivera. Esas Obras selectas están en tres grandes volúmenes; es una edición crítica muy bien hecha, como se hace una edición crítica en Europa, pero se han vendido poquísimos ejemplares. Los tres tomos tienen portadas iguales. Ése es el punto culminante de mi modesta carrera porque realmente es una edición excelente”, destaca.
En esas obras están incluidas las novelas, los libros de ensayo que escribió y un compendio de sus artículos publicados en la prensa hasta 2018. “Son más de 2.000 páginas, en letra muy apretada. Una edición de lujo, el papel, todo está hecho como en Europa. Ésa sería la culminación, después no puedo destacar nada más”.
Muy crítico con varios de los gobiernos que han pasado por la Plaza Murillo, consultado sobre qué le pareció el gobierno de Evo Morales, dice que en vista del mucho tiempo que tuvieron y de los fondos generosos que ha tenido el Estado, “creo que se puede decir con alguna facilidad, aunque pudiendo equivocarme, que ha sido probablemente el peor gobierno del país. No hicieron mucho, porque muchas cosas habían sido empezadas antes, o planificadas con anterioridad. Fue un gobierno muy autoritario, como pocos”.
Y sobre la gestión de Luis Arce, dice categóricamente que “no opina sobre temas de coyuntura inmediata”.
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HCF Mansilla vs Mauricio Souza: “Lo nacional popular, el liberalismo y el marxismo en Bolivia”
//FUENTE: PÁGINA SIETE/ VIDEO ARCHIVO ANF//